miércoles, 10 de agosto de 2011

ano y recto..


Recto

Para otros usos de este término, véase Recto (desambiguación).
La parte posterior del recto queda expuesta al remover el sacro y el coxis.
El recto es el último tramo del tubo digestivo, situado inmediatamente después del colon sigmoide. El recto recibe los materiales de desecho que quedan después de todo el proceso de la digestión de los alimentos, constituyendo las heces. El recto es la parte final del intestino grueso y tiene una longitud de 15 cm, y de aquí las heces fecales salen del cuerpo a través del ano.

 Estructura del recto

La histología del recto es similar a la del colon, salvo que presenta criptas de Lieberkuhn más profundas pero que se presentan en menor cantidad.
Las columnas de Morgagni son pliegues longitudinales de la mucosa, que se unen entre sí para formar las válvulas anales, que ayudan al ano a dar sostén a la columna de excremento.
El epitelio nos presenta una transición, desde un epitelio prismático a un epitelio pluriestratificado no cornificado. Luego el epitelio se queratiniza. La lámina propia alberga glándulas anales a nivel de la unión rectoanal y glándulas circumanales a nivel del extremo distal del conducto anal. La capa muscular de la mucosa tiene una constitución proptotípica.
La submucosa alberga el plexo venoso hemorroidario interno y externo.
El esfínter anal interno corresponde a un engrosamiento de la capa circular interma de la capa muscular, por lo que está conformada por músculo liso. El esfínter anal externo está formado por músculos del suelo de la pelvis, y corresponde a músculo esquelético voluntario.

 Fisiología del recto

El recto es uno de los órganos más importantes en la defecación humana. La ampolla rectal sirve como almacenamiento temporal de las heces, debido a que las paredes rectales se distienden cuando se acumulan los excrementos en su interior. Los receptores de estiramiento del sistema nervioso vegetativo, situado en las paredes rectales, estimulan el deseo defecatorio. Si no se culmina la defecación, se inhibe el reflejo defecatorio, y las heces siguen acumulándose y continúa la absorción de agua por el recto, lo que provoca un endurecimiento de las heces y un estreñimiento.
Cuando el recto está lleno, la presión intrarrectal empuja a las paredes del canal anal, el recto se acorta y las ondas peristálticas propulsan las heces hacia el ano. Los esfínteres interno y externo se abren por los músculos del suelo pélvico, permitiendo la salida de los excrementos al exterior.

 Procedimientos médicos rectales

  • Tacto rectal: es parte de la exploración física médica, para el diagnóstico de determinadas enfermedades como el cáncer de recto.
  • Medicación endorectal: es la introducción de medicamentos en forma de supositorios o enemas en el recto.
  • Electroeyaculación: es una forma artificial de producir la eyaculación para el tratamiento de la aneyaculación.
  • Temperatura rectal: es más precisa y cercana a la temperatura del interior del cuerpo, superior a la de la superficie corporal como en las axilas. No se recomienda su medición con termómetro de mercurio, debido al riesgo de rotura y de intoxicación por mercurio. Se debe realizar con termómetros digitales que dispongan de un aplicador lo suficientemente alargado para su introducción rectal.
  • Rectoscopia o proptoscopia: es la introducción de un endoscopio por el ano, para visualizar el interior del recto.

 Recto y estímulos sexuales

Debido a la proximidad de la pared anterior del recto con la vagina en las mujeres o a la próstata en los varones, y a los nervios compartidos entre el aparato urogenital y el aparato digestivo, el estímulo rectal puede originar un deseo sexual tanto en mujeres como en hombres. Entre los comportamientos sexuales humanos, las caricias anales o la penetración anal puede formar parte de los juegos sexuales tanto en relaciones homosexuales como heterosexuales.


Ano

Diagrama del ano y el recto.
El ano es un simple orificio que se halla en el extremo terminal (inferior) del tubo digestivo, de la misma manera en que la cavidad oral (boca) es el orificio del extremo inicial (superior).
Está constituido por músculo esfínter voluntario (esfínter externo del ano), recubierto de mucosa, y se trata de una abertura a través de la cual los materiales de desecho de la digestión (heces) salen del cuerpo.
Al orificio anal se le añade por arriba la parte más inferior del recto que precede, y por abajo, la zona cutánea que lo continúa y que lo rodea. Así, en los seres humanos, el ano se convierte en un conducto de unos 15 a 20 milímetros de longitud (canal anal) a través de cual discurren las heces durante la defecación.

 Localización y relaciones anatómicas del ano

El ano está situado en la línea media del cuerpo, un poco por detrás de la línea biisquiática. Se abre en el vértice posterior del periné (o perineo), un poco por delante del cóccix (o cóxis) y en el fondo del surco longitudinal que separa las dos nalgas. El ano es más anterior y un poco más superficial en la mujer que en el hombre.
El ano se encuentra relacionado, por los lados, con el músculo esfínter externo, con las fosas isquiorrectales y con los elevadores del ano, por detrás con el rafe anococcígeo y con los fascículos musculares que en él se insertan y por delante con la uretra (en el hombre) o con la vagina (en la mujer).

 Límites del ano

Ano de una mujer madre, en el que se aprecia la cicatriz del corte entre la vagina y el ano (episiotomía), que puede realizarse durante el parto para ayudar a la salida del bebé por la vagina.
Hay divergencia de opiniones entre los anatomistas respecto a cuáles son los límites anatómicos del ano, pero en general se consideran los siguientes:
El canal anal es el conducto que se extiende desde la línea dentada hasta la línea anoperineal.

 Conformación del ano

El ano por fuera tiene forma circular cuando está dilatado, cuando pasan las heces o se introduce un objeto. En reposo tiene forma de hendidura anteroposterior de la que parten de forma radiada cierto número de pliegues, los pliegues radiados del ano, que son pronunciados con la contracción del ano y que se borran completamente cuando se dilata el orificio. La piel que rodea al orificio anal se llama margen del ano, y es un tipo de piel más delgada, más colorada, constantemente húmeda y sin vello. Los pelos aparecen a partir de la línea anoperineal y suelen estar más desarrollados en el hombre que en la mujer.

 Constitución anatómica de ano

El conducto anal está formado por un aparato muscular y por piel modificada.
  • Aparato muscular: formado por fibras lisas circulares dispuestas por fuera de la mucosa y que forman el esfínter interno del ano, por fibras musculares estriadas circulares que forman el esfínter externo del ano. Otros músculos relacionados con el ano son: el músculo retractor del ano, el músculo rectouretral y el músculo elevador del ano.
  • Revestimiento cutáneo: cubierto por piel modificada, más delgada, menos rica en papilas y que carece por completo de pelos y de glándulas. El canal anal está recubierto por un epitelio escamoso no queratinizado. Por encima del límite superior del canal anal (línea pectínea) existe una zona de transición en el recto de unos 6 a 12 mm, en la que el epitelio escamoso pasa a ser epitelio cilíndrico columnar de una forma progresiva.

 Vasos y nervios del ano

La circulación y la inervación del ano se confunden con la del recto y con las del periné, proporcionadas principalmente por los nervios anales inferiores y por otras ramas del nervio pudendo, como ciertas fibras del nervio perineal. Las arterias del ano proceden en su mayoría de la arteria hemorroidal inferior, rama de la arteria pudenda interna. Los vasos linfáticos desembocan tanto en los ganglios hipogástricos como en los ilíacos externos y en los ganglios linfáticos inguinales.

 Uso sexual

Artículo principal: Sexo anal
Es frecuente en las relaciones sexuales usar el ano femenino o el masculino como órgano de placer (sexo anal), pues en ocasiones no es deseable la penetración vaginal (por temor al embarazo o porque la menstruación resulte dolorosa) o simplemente como otra vía de placer.
Es imprescindible, sin embargo, usar lubricantes, ya que la zona no posee producción propia, como sí ocurre en la vulva. Es necesario usar una técnica de dilatación progresiva para ir logrando una dilatación cómoda del esfinter antes de penetrarlo.
El contacto entre las mucosas ano-pene es intenso y requiere de preservativo; de lo contrario, no se considera sexo seguro, sobre todo por la posibilidad de la transmisión de infecciones de transmisión sexual (el VIH-SIDA, principalmente). El sexo anal es una práctica habitual en los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (véase homosexualidad y heterosexualidad), pero no siempre se practica.

] Infecciones de transmisión sexual (ITS)

Por otra parte, el sexo anal es una práctica relacionada con la infección tanto del virus de la inmunodeficiencia humana (véase sida) como de otras muchas infecciones de transmisión sexual (ITS, antes llamadas enfermedades de transmisión sexual o ETS) y otras infecciones virales, como el virus del papiloma humano (VPH), todos los tipos de hepatitis (a excepción de la hepatitis A), los herpes genitales y otras de origen bacteriano, como la gonorrea y la sífilis, incluso en caso de que no haya eyaculación. Todo esto se debe a la gran frecuencia con que se producen heridas y microheridas en esta zona del cuerpo durante la penetración, al no ser un órgano diseñado específicamente para ello.

Epidemiología

El ano es la vía de eliminación de varias formas de microorganismos parasitarios, bacterianos y virales, un factor de gran importancia epidemiológica en el entendimiento de la transmisión de enfermedades. Algunas de las más importantes son la poliomielitis, la teniasis, la ascariasis y el


Enfermedades del ano





Sistema genital femenino.


Sistema genital femenino.

01.trompas de Falopio02.Vejiga urinaria 03: sínfisis púbica 04: vagina 05: clítoris 06: uretra 07: vestíbulo, o apertura vaginal 08: ovario 09: colon sigmoideo 10: útero 11: fondo del saco vaginal 12: cérvix o cuello uterino 13: recto 14: ano.
Partes internas del sistema reproductor femenino.
El aparato reproductor femenino es el sistema sexual femenino. Junto con el masculino, es uno de los encargados de garantizar la reproducción humana. Ambos se componen de las gónadas (órganos sexuales donde se forman los gametos y producen las hormonas sexuales), las vías genitales y los genitales externos.

Partes del aparato reproductor femenino

El sistema reproductor femenino está compuesto por:

Órganos internos

  • Ovarios: son los órganos productores de gametos femeninos u ovocitos, de tamaño variado según la cavidad, y la edad; a diferencia de los testículos, están situados en la cavidad abdominal. El proceso de formación de los óvulos, o gametos femeninos, se llama ovulogénesis y se realiza en unas cavidades o folículos cuyas paredes están cubiertas de células que protegen y nutren el óvulo. Cada folículo contiene un solo óvulo, que madura cada 28 días, aproximadamente. La ovulogénesis es periódica, a diferencia de la espermatogénesis, que es continua.
Los ovarios también producen estrógenos y progesteronas, hormonas que regulan el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, como la aparición de vello o el desarrollo de las mamas, y preparan el organismo para un posible embarazo.
  • Tubos uterinos o trompas de Falopio: conductos de entre 10 a 13 cm que comunican los ovarios con el útero y tienen como función llevar el óvulo hasta él para que se produzca la fecundación. En raras ocasiones el embrión se puede desarrollar en una de las trompas, produciéndose un embarazo ectópico. El orificio de apertura de la trompa al útero se llama ostium tubárico.
  • Útero: órgano hueco y musculoso en el que se desarrollará el feto. La pared interior del útero es el endometrio, el cual presenta cambios cíclicos mensuales relacionados con el efecto de hormonas producidas en el ovario, los estrógenos.
  • Vagina: es el canal que comunica con el exterior, conducto por donde entrarán los espermatozoides. Su función es recibir el pene durante el coito y dar salida al bebé durante el parto.
La irrigación sanguínea de los genitales internos está dada fundamentalmente por la arteria uterina, rama de la arteria hipogástrica y la arteria ovárica, rama de la aorta.
La inervación está dada por fibras simpáticas del plexo celíaco y por fibras parasimpáticas provenientes del nervio pélvico.

Órganos externos

Artículo principal: Vulva
Región externa del aparato reproductor femenino.
En conjunto se conocen como la vulva y están compuestos por:
La forma y apariencia de los órganos sexuales femeninos varía considerablemente de una mujer a otra.

genitales externos masculinos..


Sistema genital masculino

1.Vejiga urinaria 2.Hueso púbico 3.Pene 4.Cuerpo cavernoso 5.Glande 6.Prepucio 7.Abertura de la uretra 8.Colon sigmoides 9.Recto 10.Vesícula seminal 11.Conducto eyaculador 12.Próstata 13.Glándula de Cowper (glándula bulbouretral) 14.Ano 15.Vaso deferente 16.Epidídimo 17.Testículo 18.Escroto
El aparato reproductor masculino o aparato genital masculino, junto con el femenino, es el encargado de garantizar la procreación, es decir la formación de nuevos individuos para lograr la supervivencia de la especie.
Los principales órganos que forman el aparato reproductor masculino son el pene y los testículos. Tanto el pene como los testículos son órganos externos que se encuentran fuera de la cavidad abdominal, a diferencia de los principales órganos del sistema reproductor femenino, vagina, ovarios y útero que son órganos internos por encontrarse dentro del abdomen.
Los testículos producen espermatozoides y liberan a la sangre hormonas sexuales masculinas (testosterona). Un sistema de conductos que incluyen el epidídimo y los conductos deferentes almacenan los espermatozoides y los conducen al exterior a través del pene. En el transcurso de las relaciones sexuales se produce la eyaculación que consiste en la liberación en la vagina de la mujer del líquido seminal o semen. El semen está compuesto por los espermatozoides producidos por el testículo y diversas secreciones de las glándulas sexuales accesorias que son la próstata y las glándulas bulbouretrales.[1]
    • Órganos

Testículos

Son los principales órganos del sistema reproductor masculino. Produce las células espermáticas y las hormonas sexuales masculinas. Se encuentran alojados en el escroto o saco escrotal que es un conjunto de envolturas que cubre y aloja a los testículos en el varón.

Pene

Está formado por el cuerpo esponjoso y los cuerpos cavernosos.
El cuerpo esponjoso es la más pequeña de las tres columnas de tejido eréctil que se encuentran en el interior del pene (las otras dos son los cuerpos cavernosos). Está ubicado en la parte inferior del miembro viril.
Su función es la de evitar que, durante la erección, se comprima la uretra (conducto por el cual son expulsados tanto el semen como la orina). Cuando el pene se encuentra en dicho estado, contiene solamente el 10% de la sangre; los cuerpos cavernosos absorben el 90% de la misma.
El glande (también conocido como cabeza del pene) es la última porción y la parte más ancha del cuerpo esponjoso; presenta una forma cónica.
Los cuerpos cavernosos constituyen un par de columnas de tejido eréctil situadas en la parte superior del pene, que se llenan de sangre durante las erecciones.

Epidídimo

El epidídimo es un tubo estrecho y alargado, situado en la parte posterior superior del testículo; conecta los conductos deferentes al reverso de cada testículo. Está constituido por la reunión y apelotonamiento de los conductos seminíferos. Se distingue una cabeza, cuerpo y cola que continúa con el conducto deferente. Tiene aproximadamente 5 cm de longitud por 12 mm de ancho. Está presente en todos los mamíferos machos.

Conducto deferente

Los conductos deferentes o vasos deferentes constituyen parte de la anatomía masculina de algunas especies, incluyendo la humana. Son un par de conductos rodeados de músculo liso, cada uno de 30 cm de largo aproximadamente, que conectan el epidídimo con los conductos eyaculatorios, intermediando el recorrido del semen entre éstos.
Durante la eyaculación, el músculo liso de los conductos se contrae, impulsando el semen hacia los conductos eyaculatorios y luego a la uretra, desde donde es expulsado al exterior. La vasectomía es un método de anticoncepción en el cual los vasos deferentes son cortados. Una variación moderna, que también es popularmente conocida como vasectomía aunque no incluye cortar los conductos consiste en colocar un material que obstruya el paso del semen a través de aquellos.

Vesículas seminales

Secretan un líquido alcalino viscoso que neutraliza el ambiente ácido de la uretra. En condiciones normales el líquido contribuye alrededor del 60% del semen. Las vesículas o glándulas seminales son unas glándulas productoras de aproximadamente el 3% del volumen del líquido seminal situadas en la excavación pélvica. Detrás de la vejiga urinaria, delante del recto e inmediatamente por encima de la base de la próstata, con la que están unidas por su extremo inferior.

Conducto eyaculador

Los conductos eyaculatorios constituyen parte de la anatomía masculina; cada varón tiene dos de ellos. Comienzan al final de los vasos deferentes y terminan en la uretra. Durante la eyaculación, el semen pasa a través de estos conductos y es posteriormente expulsado del cuerpo a través del pene.

Próstata

La próstata es un órgano glandular del aparato genitourinario, exclusivo de los hombres, con forma de castaña, localizada enfrente del recto, debajo y a la salida de la vejiga urinaria. Contiene células que producen parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides contenidos en el semen.

Uretra

La uretra es el conducto por el que discurre la orina desde la vejiga urinaria hasta el exterior del cuerpo durante la micción. La función de la uretra es excretora en ambos sexos y también cumple una función reproductiva en el hombre al permitir el paso del semen desde las vesículas seminales que abocan a la próstata hasta el exterior.

Glándulas bulbouretrales

Las glándulas bulbouretrales, también conocidas como glándulas de Cowper, son dos glándulas que se encuentran debajo de la próstata. Su función es secretar un líquido alcalino que lubrica y neutraliza la acidez de la uretra antes del paso del semen en la eyaculación. Este líquido puede contener espermatozoides (generalmente arrastrados), por lo cual la práctica de retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación no es un método anticonceptivo efectivo.

hernias y tipos de hernias..


Hernia

Una hernia por lo regular es un saco formado por el revestimiento de la cavidad abdominal (peritoneo). El saco sobresale a través de un agujero o área débil en la fascia, la capa fuerte de la pared abdominal que rodea el músculo.
Los tipos de hernias se basan en el lugar en donde ocurren:
  • Hernia femoral: aparece como una protuberancia en la parte superior del muslo. Este tipo es más común en las mujeres que en los hombres.
  • Hernia hiatal: se presenta en la parte superior del estómago.
  • Hernia quirúrgica o eventración: puede darse a través de una cicatriz si usted ha tenido una cirugía abdominal en el pasado.
  • Hernia inguinal: aparece como una protuberancia en la ingle. Este tipo es más común en los hombres que en las mujeres. La protuberancia puede bajar hasta el escroto.
  • Hernia umbilical: aparece como una protuberancia alrededor del ombligo. Sucede cuando el músculo alrededor del ombligo no se cierra completamente.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Usualmente, no hay causa aparente para la aparición de una hernia, aunque algunas veces se presentan por levantar objetos pesados. Las hernias pueden estar presentes al nacer, pero es posible que la protuberancia no sea notoria hasta más adelante en la vida. Algunos pacientes pueden tener antecedentes familiares de hernias.
Las hernias se pueden observar en bebés y niños. Esto puede suceder cuando el revestimiento alrededor de los órganos en el abdomen no se cierra apropiadamente antes del nacimiento. Aproximadamente 5 de cada 100 niños presentan hernias inguinales (más en los niños que en las niñas). Es posible que algunos niños no presenten síntomas hasta la vida adulta.
Cualquier actividad o problema médico que incremente la presión en el tejido y los músculos de la pared abdominal puede llevar a una hernia, incluyendo:
  • Estreñimiento crónico, esfuerzo en las evacuaciones
  • Tos crónica
  • Fibrosis quística
  • Agrandamiento de la próstata, esfuerzo para orinar
  • Sobrepeso
  • Levantar objetos pesados
  • Desnutrición
  • Tabaquismo
  • Esfuerzo excesivo
  • Criptorquidia

Síntomas

La mayoría de las veces no hay ningún síntoma. Sin embargo, algunas veces, puede haber molestia o dolor. La molestia puede ser peor al pararse, hacer esfuerzo o levantar objetos pesados.
Aunque una hernia puede causar sólo una leve molestia, puede agrandarse y resultar estrangulada. Esto significa que el tejido está atascado dentro del orificio y que su riego sanguíneo se ha suspendido. Si esto sucede, se necesitará una cirugía urgente.

Signos y exámenes

Un médico puede confirmar la presencia de una hernia durante un examen físico. La masa puede aumentar su tamaño al toser, agacharse, levantar algo o al hacer un esfuerzo.
Es posible que la hernia (protuberancia) no sea visible en bebés y niños, excepto cuando están llorando o tosiendo. En algunos casos, se puede necesitar una ecografía para buscar una.

Tratamiento

La cirugía es el único tratamiento con el que se puede reparar una hernia de manera permanente. Sin embargo, algunas veces, se pueden vigilar las hernias menores que no presentan síntomas. La cirugía puede tener más riesgo para pacientes con problemas de salud graves.
La cirugía por lo regular se emplea para hernias que se están agrandando o que son dolorosas. En la operación, se asegura el tejido debilitado de la pared abdominal (fascia) y se cierra cualquier agujero. En la actualidad, la mayoría de las hernias se cierran con parches de tela para sellar los orificios.
Una hernia umbilical que no haya logrado sanar por sí sola cuando su hijo tenga 5 años de edad se puede reparar.
Algunas veces, se necesita cirugía de emergencia. El saco que contiene el intestino u otro tejido puede resultar atascado en el agujero en la pared abdominal. Si éste no puede reintroducirse a través del agujero, esto puede llevar a que se presente estrangulamiento de un asa del intestino. Sin tratamiento, esta porción del intestino muere debido a que pierde su riego sanguíneo.
En lugar de la cirugía abierta, algunas hernias se pueden reparar usando un laparoscopio (cámara). Las ventajas de usar una cámara comprenden incisiones quirúrgicas pequeñas, recuperación más rápida y menos dolor después del procedimiento.
Para obtener información sobre la cirugía de una hernia, ver también:

Expectativas (pronóstico)

Generalmente el pronóstico es bueno si la hernia recibe tratamiento. La recurrencia es poco común (1 al 3%).

Complicaciones

En raras ocasiones, la reparación de una hernia inguinal puede dañar las estructuras involucradas en el funcionamiento de los testículos de un hombre.
Otro riesgo de la cirugía de una hernia es el daño a los nervios, que puede llevar a que se presente insensibilidad en el área de la ingle.
El mayor riesgo de la cirugía de una hernia es otra hernia, la cual se puede presentar años más tarde.

Situaciones que requieren asistencia médica

Consulte con el médico de inmediato si:
  • Tiene una hernia dolorosa y los contenidos no se pueden reintroducir en el abdomen usando presión suave.
  • Presenta náuseas, vómitos o fiebre junto con la hernia dolorosa.
  • Tiene una hernia que se torna de color rojo, púrpura, oscuro o cambia de color
Llame al médico si:
  • Tiene dolor, inflamación o una protuberancia en la ingle.
  • Tiene una protuberancia o hinchazón en la ingle o el ombligo o que está relacionada con una incisión quirúrgica previa.

Prevención

  • Utilizar técnicas apropiadas para levantar peso.
  • Bajar de peso en caso de sobrepeso.
  • Aliviar o evitar el estreñimiento comiendo mucha fibra, bebiendo mucho líquido, yendo al baño tan pronto se siente ganas y haciendo ejercicio físico regularmente.

Imágenes
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truama toraxico.


Traumatismo de tórax

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Traumatismo de tórax
Pneumothorax CT.jpg
Tomografía computarizada de un neumotórax
Clasificación y recursos externos
CIE-10 S20-S29
CIE-9 875
eMedicine med/2916 
Wikipedia no es un consultorio médico Aviso médico
Un traumatismo torácico es una lesión grave en el tórax, bien sea por golpes contusos o por heridas penetrantes. El traumatismo torácico es una causa frecuente de discapacidad y mortalidad significativa, la principal causa de muerte después de un trauma físico a la cabeza y lesiones de la médula espinal.
Los traumatismos torácicos pueden afectar a la pared ósea del tórax, la pleura y los pulmones, el diafragma o el contenido del mediastino. Debido a potenciales injurias anatómicas y funcionales de las costillas y de tejidos blandos incluyendo el corazón, pulmón o grandes vasos sanguíneos, las lesiones torácicas son urgencias médicas que si no son tratadas rápida y adecuadamente pueden dar como resultado la muerte.[1]

  •  Historia
Las lesiones de tórax fueron descritas por primera vez en detalle alrededor del año 1600 aC en el Papiro Edwin Smith del Antiguo Egipto. Los escritos de Hipócrates en el siglo 5 contiene también una serie de informes de casos de trauma, incluyendo lesiones torácicas.

 Epidemiología

Las lesiones torácicas suponen del 20% al 25% de todas las muertes por traumatismo, y las complicaciones del traumatismo torácico contribuyen a otro 25% de todas las muertes.[2] [1]
Menos del 15% de estas lesiones requieren tratamiento quirúrgico definitivo. Más del 80% de las lesiones torácicas que amenazan la vida se pueden revertir con medidas adecuadas.[1]

 Clasificación

El traumatismo torácico puede ser clasificado como contundente o penetrante. El trauma contuso y las lesiones penetrantes tienen diferentes fisiopatologías y cursos clínicos.
Rayos X de tórax de una contusión pulmonar derecha asociada a un tórax inestable y enfisema subcutáneo.
Las formas específicas de traumatismo de tórax incluyen:[3]

 Etiología

La causa más importante de traumatismo torácico son los accidentes de tránsito, los cuales representan el 70-80% de dichas lesiones.[4] Como resultado de ello, varios países han creado estrategias preventivas para reducir los accidentes de tránsito fundamentado en la restricción del límite de velocidad y el uso del cinturón de seguridad. Los peatones arrollados por vehículos, las caídas, y los actos de violencia son otros mecanismos causales. Una explosión también puede resultar en traumatismo torácico.

 Fisiopatología

El traumatismo de tórax frecuentemente causa hipoxia tisular y acidosis con hipercapnia.[5] La hipoxia tisular es consecuencia de un inadecuado suministro de oxígeno a los tejidos causado por hipovolemia, los cambios en la ventilación-perfusión pulmonar resultado de una contusión, hematoma, colapso alveolar, etc., así como cambios en la presión intratorácica de un neumotórax, hemotórax, etc., lo que conlleva a una acidosis respiratoria causada por una disminución de la ventilación y la acidosis suele ser secundaria al metabolismo anaerobio de las células que no disponen del oxígeno suficiente,[6] lo que resulta en una depresión del nivel de consciencia. En estados más avanzados sin tratamiento se puede instalar una acidosis metabólica causada por hipoperfusión tisular y choque circulatorio.
A menudo es difícil aislar un único mecanismo de la lesión, pero con fines didácticos, se dividen para mejor entendimie


 Traumatismo directo
La mecánica de una herida que causa neumotórax de tensión. A. El aire entra en el pecho a través de la abertura en la pared torácica durante la inspiración (a). El pulmón se colapsa en el lado afectado (b), el aire pasa de los bronquios afectados. El aire entra en el bronquio del pulmón colapsado (c), y pasa al pulmón intacto. El mediastino se corre hacia el lado opuesto de la herida (d), y se produce hemotórax (e). B. Durante la expiración, el aire escapa a través de la herida (a). El pulmón colapsado se expande (b). El aire pasa desde el lado no afectado hacia el pulmón lesionado y luego hacia la tráquea (c). El mediastino se desplaza hacia el lado involucrado (d), y se produce hemotórax (e).
Si bien no es el mecanismo patogénico fundamental en los accidentes de tráfico, sí desempeña un papel importante en los accidentes domésticos, laborales y deportivos.[7] En un traumatismo directo, se golpea el pecho con un objeto en movimiento o bien va a estrellarse con una estructura fija. En este caso, la pared torácica absorbe el impacto y la transmite a las vísceras

 Trauma por compresión

Las lesiones por compresión involucra un mecanismo relativamente común en los deslizamientos de tierras, entre obreros de la construcción, excavaciones, etc. Muestra lesiones más difusas en el pecho, mal definidas y, si la compresión es prolongada, puede causar asfixia traumática, mostrando cianosis en el cuello y cara, así como hemorragia sub-conjuntival. En los niños, este mecanismo es de suma importancia, ya que el pecho es más flexible, y puede causar una lesión de vísceras torácicas con un mínimo daño aparente. En ciertas situaciones, la lesión del parénquima pulmonar se ve facilitada por el paciente, cuando el sujeto sostiene la respiración, el cierre de la glotis y la contratación de los músculos del pecho, a fin de protegerse a sí mismo, pero la presión pulmonar aumenta demasiado. En el momento de la colisión, la energía de la compresión hace que la presión aumente aún más, causando la ruptura del parénquima pulmonar y bronquios con el resultante neumotórax.

 Trauma por la desaceleración

Las colisiones por desaceleración súbita se caracterizan por un proceso inflamatorio en el pulmón y/o el corazón en el lugar del impacto, causando hinchazón y la presencia de infiltrado linfo-monocitario. En este tipo de trauma, el paciente tendrá dolor local, pero sin cambios en el momento del trauma. Después de aproximadamente 24 horas, sin embargo, el paciente desarrollará atelectasias o un cuadro similar a la neumonía.[9] En el corazón se produce, en general, disminución de la fracción de eyección y el cambio en la función cardíaca: insuficiencia cardíaca y arritmias importantes.[6]
El choque frontal u horizontal contra una barrera rígida, como en los accidentes por automóvil, causa una rápida desaceleración de la cavidad torácica con la continua circulación de los órganos intratorácicos siguiendo la ley de la inercia.[8] Esto conduce a una fuerza de cizallamiento en los puntos de fijación del cuerpo,[10] causando la ruptura de la aorta justo después de la salida de la arteria subclavia izquierda y el ligamento arterioso, que son sus puntos de fijación.[11] Incluso en momentos de grandes caídas, donde el individuo está sentado o de pie, pueden ocurrir lesiones en la válvula aórtica. En el momento de la diástole ventricular, cuando la válvula está cerrada, se crea una inercia vertical que hace que el volumen de sangre ejerza una gran fuerza sobre la válvula, provocando su ruptura.


 Trauma penetrante
Es el mecanismo más común traumas abiertos. Puede ser producidos criminal o accidentalmente por armas de fuego, objetos afilados o fragmentos de explosiones. Las lesiones por objetos rectos suelen cursar con un trayecto previsible y una baja energía cinética. Por su parte, las armas de fuego causan lesiones más tortuosas, irregulares, y por lo tanto más graves y difíciles de tratar.

 Tratamiento

 Traumatismo contuso

La intervención quirúrgica es rara vez necesaria en las lesiones torácicas contusas. En un reporte, sólo el 8% de los casos con lesiones torácicas contusas requirieron de una operación. La mayoría pueden ser tratados con medidas de apoyo e intervenciones simples, tales como tubo de toracostomía.
En lesiones de la pared torácica, fracturas, dislocaciones, y lesiones diafragmáticas, las endicaciones de cirugía inmediata incluyen casos con pérdida traumática de la integridad de la pared torácica y lesiones diafragmáticas importantes. Las indicaciones para la cirugía relativamente inmediata y a largo plazo incluyen la demora en el reconocimiento de lesiones diafragmáticas y la aparición de una hernia diafragmática traumática.
En lesiones de la pleura, los pulmones y vías digestivas, se indica la cirugía inmediata cuando hay una fuga masiva de aire después de la inserción del tubo torácico; un hemotórax masivo o la continuación de una alta tasa de pérdida de sangre a través del tubo torácico (es decir, 1500 ml de sangre a la inserción de tubo torácico o la continuación de la pérdida de 250 ml/h durante 3 horas consecutivas; lesiones importantes de traquea, bronquios, o del esófago confirmadas radiográficamente o por endoscopia, y la recuperación de contenido del tracto gastrointestinal a través del tubo de tórax.
Las lesiones contusas del corazón, grandes arterias, venas y linfáticos requieren de cirugía inmediata en casos de taponamiento cardiaco, la confirmación radiográfica de lesión en un gran vaso, y un embolismo en la arteria pulmonar o corazón.


examen del torax

Examen del tórax y pulmones.

Caja torácica.

Anatomía. La estructura ósea de la caja torácica está formada por la columna vertebral, 12 pares de costillas y el esternón, además de las escápulas. Las costillas se articulan hacia atrás con la columna dorsal y hacia delante, las primeras siete se unen al esternón y las tres siguientes, se van uniendo entre ellas y forman del reborde costal. Las costillas 11 y 12 son “flotantes” ya que no se unen al esternón. El reborde costal derecho e izquierdo forman un ángulo llamado ángulo costal. El esternón está formado por el manubrio (parte superior), el cuerpo y el apéndice xifoides (entre ambos rebordes costales, se palpa como una punta). Entre el manubrio y el cuerpo existe un ángulo llamado ángulo de Louis (o ángulo esternal), que es fácil de palpar. La parte anterior de la segunda costilla, a cada lado, llega justo a este nivel. Esta es una referencia anatómica que conviene conocer ya que palpando el ángulo de Louis uno desliza los dedos hacia el lado y palpa la segunda costilla y desde ahí se identifica la tercera costilla hacia abajo y así sucesivamente. Entre cada costilla se ubica un espacio intercostal que toma el nombre de la costilla inmediatamente por arriba. Es posible palpar fácilmente desde el segundo espacio intercostal al sexto; más abajo es difícil porque las costillas se van juntando por delante.
En el interior de la caja torácica se encuentran los pulmones y las estructuras del mediastino: corazón, esófago, tráquea, ganglios linfáticos, timo, aorta, vena cava superior e inferior.
Referencias anatómicas. Líneas: (son todas paralelas a una recta que pasa por la columna vertebral)
  • por atrás: -línea vertebral: pasa por las apófisis espinosas. -líneas escapulares (derecha e izquierda): pasa por la punta de las escápulas
  • por los lados: -línea axilar anterior: pasa por delante de la axila. -línea axilar media pasa por la mitad de la axila. -línea axilar posterior: pasa por detrás de la axila.
  • por delante: -línea medioesternal: pasa por la mitad del esternón. -línea medioclavicular (derecha e izquierda): pasa por la mitad de las
    clavículas.
Línea estemal y medio-claviculares
Líneas Axilares
 
Línea vertebral y escapulares
 
La apófisis espinosa de la séptima vértebra cervical (C7) es habitualmente la más prominente (se nota especialmente al flectar el cuello). La apófisis inmediatamente más abajo corresponde a la primera vértebra dorsal (T1) y así sucesivamente hacia abajo. Conviene recordar que la punta de las apófisis espinosas se ubica, por su anatomía, un poco más abajo que el respectivo cuerpo vertebral. Para describir algo que está en la espalda sirve de ayuda contar desde la apófisis espinosa de C7 y hacer la relación con la línea que corresponda (por ejemplo, describir algo a la altura de T10 con la línea escapular de un determinado lado).
La punta de las escápulas, en una persona de pié, con los brazos extendidos a ambos lados del tronco, llega como al séptimo u octavo espacio intercostal.
Otra referencia anatómica que conviene tener presente es el ángulo de Louis que ya se describió.

Pulmones.

Anatomía. Los pulmones están cubiertos por la pleura: la pleura visceral cubre el pulmón, y la parietal cubre la pared torácica, el diafragma y el pericardio. Entre ambas hojas, queda un espacio virtual (cavidad pleural) que contiene una fina capa de líquido seroso que las lubrica. La tráquea tiene una longitud de 10 a 11 cm y un diámetro de 2 cm. El sitio en el que se bifurca para dar origen al bronquio fuente de cada pulmón se llama carina. Esto ocurre aproximadamente a la altura del ángulo de Louis, por delante, y de la cuarta vértebra dorsal (T4), por atrás.
El bronquio fuente derecho es más grueso, corto y vertical; por lo mismo, está más expuesto a la aspiración de cuerpos extraños. Los bronquios se dividen en bronquios secundarios y después de sucesivas diviciones se llega a los bronquíolos y los alvéolos. Es a nivel del los sacos alveolares donde ocurre el intercambio gaseoso (se capta oxígeno que viene del aire exterior y se libera el anhídrido carbónico que se ha ido acumulando en la sangre venosa).
Proyección de lospulmones por delante
El pulmón derecho tiene tres lóbulos: superior, medio e inferior. El pulmón izquierdo tiene dos lóbulos: superior e inferior. Una fisura oblícua, divide el lóbulo inferior de los otros. Además, en el pulmón derecho, una fisura horizontal separa el lóbulo superior del medio.
Por la inclinación de las fisuras que dividen los distintos lóbulos pulmonares, el lóbulo superior se proyecta, por atrás, en la región más alta de los pulmones (vértices pulmonares) y por delante, por la cara anterior del tórax. En el lado derecho, el lóbulo medio se proyecta hacia adelante, desde la cuarta costilla hacia abajo y un poco por el costado. Los lóbulos inferiores se proyectan ocupando prácticamente toda la espalda (desde la tercera vértebra dorsal, hacia abajo).
Proyección Pulmón Derecho - Proyección Pulmón Izquierdo
Proyección Pulmónes por Atrás
Respiración. Las etapas del ciclo respiratorio, son:
  • inspiración: etapa de expanción del tórax por acción de los músculos respiratorios (diafragma e intercostales) y entrada de aire a los pulmones (se crea una presión negativa intratorácica). Los
  • músculos escalenos, esternocleidomastoídeos y trapecio pueden participar de los movimientos respiratorios como músculos accesorios (especialmente durante ejercicios o en insuficiencia respiratoria). Cuando el diafragma se contrae, empuja las vísceras abdominales y el abdomen protruye.
  • espiración: normalmente es un movimiento pasivo en que la misma elasticidad de los pulmones y de la caja torácica hace salir el aire. Esta fase también puede ser facilitada por acción muscular (intercostales y musculatura abdominal).

Examen de tórax.

Forma del tórax: normalmente el diámetro anteroposterior es menor que el transversal y la columna vertebral presenta la curvatura normal, sin desviaciones a los lados. Algunas alteraciones que se pueden encontrar, son:
  • tórax en tonel: se caracteriza porque el diámetro anteroposterior ha aumentado haciéndose prácticamente igual que el transversal. Se observa en pacientes enfisematosos.
  • cifosis: corresponde a una acentuación de la curvatura normal de la columna, de modo que el paciente queda encorvado.
  • escoliosis: es la desviación de la columna vertebral hacia los lados.
  • cifoscoliosis: es la combinación de los anteriores.
  • pectus carinatum: cuando el esternón presenta una prominencia como quilla de barco
  • pectus escavatum: cuando el esternón se presenta hundido

Examen de la respiración y los pulmones.

Inspección.

Es importante fijarse en la forma cómo el paciente respira:
  • si se aprecia respirando tranquilo o se nota afligido, como si le faltara el aire (disnea)
  • la frecuencia respiratoria (ej: pacientes febriles pueden presentar taquipnea)
  • la expasión torácica (ej.: si es una respiración de amplitud normal, aumentada o superficial)
  • la ritmicidad (ej.: lo normal es que sea regular, pero podría ocurrir que un paciente presente variaciones con se ve en la respiración de Cheyne-Stokes)
  • la relación entre la inspiración y la espiración (ej: pacientes con obstrucción bronquial presentan una espiración prolongada)
  • si presenta cianosis (ej: en los labios, la lengua, las mucosas, los lechos ungueales, etc.)
  • tiraje: se presenta en pacientes con una obstrucción de la vía aérea alta (ej.: estrechez a nivel de las cuerdas vocales). Por la dificultad que existe para que el aire entre al tórax, es necesario hacer más fuerza con lo que se genera una presión intratorácica negativa mayor y se observa una retracción a nivel de los espacios supraesternales, intercostales y regiones subcostales.
  • aleteo nasal: es una apertura mayor de las alas de la nariz con cada inspiración; es un signo de insuficiencia respiratoria que se observa con más frecuencia en niños pequeños.

Percusión.

La percusión de los pulmones se efectúa principalmente con el método indirecto, o sea, usando el dedo medio de una mano como plexímetro y el dedo índice o medio de la otra mano como percutor (para revisar cómo hacerlo vea el capítulo sobre Técnicas de Exploración). El método directo, o sea, percutiendo con los dedos directamente sobre el tórax, ocasionalmente se usa (por ejemplo, en pacientes con tórax hiperinsuflados).
Se recomienda percutir desde las zonas de mayor sonoridad hacia aquellas con sonido mate. Por ejemplo, si desea delimitar las bases de los pulmones, conviene percutir desde el área ventiladas de los pulmones en dirección al abdomen. Cuando el ruido cambia de sonoro a mate, se estaría pasando de un tejido que contiene aire a otro que no lo contiene. Normalmente, la base derecha es más alta que la izquierda (por la ubicación del hígado).
El desplazamiento del diafragma se evalúa percutiendo las bases pulmonares mientras el paciente respira normal, y luego, repitiendo la maniobra después de haberle solicitado que respire profundo. Lo habitual es un desplazamiento de 4 a 6 cm.
Cuando existe una condensación pulmonar o un derrame pleural se escucha un sonido mate en la zona comprometida.
Si al percutir la base pulmonar de un lado se encuentra una matidez (estando el paciente sentado o de pié), puede ocurrir:
  • si se trata de un derrame pleural: la matidez tiende a ascender hacia el costado, formando lo que se ha llamado la curva de Damoiseau. Además, muchas veces tiene un carácter más duro por lo que se ha llamado matidez hídrica (es una característica difícil de constatar). Una maniobra que puede ayudar a ratificar que se trata de un derrame pleural es poner al paciente sobre un costado y volver a percutir: se debería desplazar el líquido hacia el mediastino y, debido a esto, áreas que antes se percutían mate, ahora se percuten sonoras (esto es válido siempre que el derrame no esté tabicado).
  • si se trata de una condensación pulmonar del lóbulo inferior (ej.: neumonía o atelectasia extensa): se encuentra una matidez que no describe la curva de Damoiseau.
  • • si se trata de un ascenso del diafragma (porque una masa intraabdominal lo empuja hacia arriba o porque está paralizado): también se encuentra una matidez, pero no va a ser posible constatar el desplazamiento del diafragma con la respiración.
  • si se trata de un pneumotórax: la percusión será sonora, e incluso, en la medida que el aire en el espacio pleural esté a tensión, puede encontrarse hipersonoridad o timpanismo.
  • "si se trata de un pulmón con más cantidad de aire, como ocurre en pacientes enfisematosos o cursando una crisis asmática: se encuentra un ruido sonoro a la percusión. Además las bases pulmonares tienden a estar descendidas.

Palpación.

Al poner la mano sobre el tórax mientras el paciente habla, se siente un discreto cosquilleo en la mano. Esto se debe a vibraciones que se general al interior del tórax. Para hacer más nítida esta sensación, habitualmente se le pide al paciente que diga algunas palabras, como treinta y tres, tinguiririca, etc. La mano se aplica especialmente sobre las zonas más cercanas a los pulmones (espalda, costados, cara anterior) y se apoya abierta en toda su extensión o se “ahueca” (como formando una concha acústica), apoyando el borde externo o cubital. Es de mucha utilidad comparar las vibraciones vocales, que es el término que habitualmente se usa, de uno y otro lado.
La facilidad con que se palpen estas vibraciones vocales va a depender de varios aspectos:
  • el tono de la voz
  • la fuerza con que la persona habla
  • la zona que se palpa (por ejemplo, cerca de la tráquea se siente más nítido)
  • el grosor de la pared torácica (que depende fundamentalmente de la grasa subcutánea)
  • la integridad del tejido pulmonar (por ejemplo, en los enfisemas, el parénquima pulmonar está diminuido, existe más aire “atrapado”, y las vibraciones se sienten más débiles)
  • elementos que se interponen entre los grandes bronquios y la pared del tórax (por ejemplo, en condensaciones, como ocurre con las neumonías, se transmiten mejor las vibraciones vocales; en cambio, cuando existe líquido, como ocurre en los derrames pleurales, o cuando se interpone aire, como ocurre en los pneumotórax, las vibraciones vocales se palpan menos o simplemente, no se palpan.
Ocasionalmente, en algunos pacientes sometidos a procedimientos (ej.: instalación de un tubo pleural), filtra aire al tejido subcutáneo y al palpar la pared se palpan unas crepitaciones. Esto se llama enfisema subcutáneo (tenga presente que no tiene relación con el llamado enfisema pulmonar, que es un daño de los pulmones; y respeco a las “crepitaciones” que se palpan, no tienen relación con unos ruidos pulmonares que llevan el mismo nombre y que se describen más adelante).

Información que se obtiene al complementar la información obtenida con la percusión y la palpación:

  • en el caso de los derrames pleurales: se encuentra matidez a la percusión (eventualmente con curva de Damoiseau) con disminución de las vibraciones vocales a la palpación.
  • en el caso de condensaciones pulmonares: se encuentra matidez en la percusión con aumento de la transmisión de las vibraciones vocales en la palpación.
  • en el caso de una atelectasia: se comporta parecido a un derrame pleural (pero no se da una curva de Damoiseau)
  • en el caso de un hemidiafragma ascendido: matidez de la base, falta de desplazamiento con la respiración, ausencia de transmisión de vibraciones vocales en esa zona.
•en el caso de un pulmón enfisematoso, una crisis asmática, o un pneumotórax: sonoridad o hipersonoridad a la percusión y disminución o ausencia de transmisión de vibraciones vocales.
Fíjese que incluso antes de practicar la auscultación, mediante la percusión y la palpación ya se tiene información valiosa respecto a lo que está ocurriendo en los pulmones. De toda formas, no se sienta frustrado(a) si las diferenciaciones no son tan claras (por ejemplo, muchas veces se encuentran condensaciones pulmonares asociadas a derrames pleurales, y los hallazgos al examen físico no son tan nítidos).

Auscultación.

Consiste en escuchar los ruidos que se generan en los pulmones bajo las siguientes condiciones:
  • con la respiración
  • al emitir palabras
Los ruidos pulmonares se originan debido al paso de aire por las vías aéreas en la medida que se generen flujos turbulentos, como ocurre en la laringe y en la bifurcación de bronquios grandes y medianos. A medida que los bronquios se dividen, el área de sección va aumentando, y como consecuencia, la velocidad del flujo disminuye. Cerca de los alvéolos el flujo es laminar y no genera ruidos.
De acuerdo a diferentes estudios, los ruidos que se auscultan en la superficie de la pared torácica se generan en los bronquios mayores, principalmente lobares y segmentarios. Los ruidos que llegan a la periferia son de baja frecuencia, ya que el pulmón sirve de filtro para los sonidos de alta frecuencia.
Al auscultar los pulmones se deben cubrir todos los sectores, sin olvidar de auscultar debajo de las axilas. Tal como debe ocurrir con la palpación y la percusión, con la auscultación también se deben comparar los hallazgos de un lado con los del otro lado.
Habitualmente se ausculta con la membrana del estetoscopio y se le solicita al paciente que respire por la boca y más profundo. Esto permite escuchar los ruidos en forma más nítida. En todo caso, es necesario saber adaptarse a ciertas condiciones que presentan algunos enfermos: pacientes con sus facultades mentales comprometidas que no colaboran, el caso de los niños pequeños, personas que generan ruidos a nivel de la garganta cuando respiran, etc.

Ruidos pulmonares:

Ruidos normales que ocurren durante la respiración:
  • ruido traqueal: es el sonido normal que se escucha al poner el estetoscopio en el cuello, por delante de la tráquea. Se ausculta durante la inspiración y la espiración.
  • ruido traqueobronquial: es parecido al ruido traqueal, pero menos intenso, ya que se ausculta a nivel de los grandes bronquios: primer y segundo espacio intercostal, por delante del tórax, y en la región interescapular, en la espalda.
  • murmullo pulmonar (antiguamente se le llamaba murmullo vesicular): es un ruido de baja intensidad y corresponde al sonido que logra llegar a la pared torácica después del filtro que ejerce el pulmón. Es suave y se ausculta durante la inspiración en el área que ocupan los pulmones, tanto por delante, por los costados y en la espalda (se excluyen las zonas en las que se auscultan el ruido traqueal y el traquiobronquial).
Existen condiciones que hacen que el murmullo pulmonar se escuche más atenuado o simplemente no se escuche. Algunas de estas condiciones son:
  • por obstrucción de grandes bronquios
  • por destrucción del parénquima pulmonar (por ejemplo, en un enfisema)
  • por estar ocupado los espaciones alveolares (por ejemplo, por una neumonía)
  • por aire en el espacio pleural (pneumotórax)
  • por un extenso derrame pleural
  • por un panículo adiposo muy grueso
Transmisión de la voz:
Cuando el paciente emite palabras, lo normal es que al aplicar la membrana del estetoscopio en el cuello, sobre la traquea, se distinga nítidamente lo que el paciente dice. Esta nitidez se va perdiendo a medida que la auscultación se efectúa más alejado de la traquea y los grandes bronquios, debido al efecto de filtro que ejercen los pulmones. Cuando se ausculta en la pared costal, en las zonas más periféricas, se logra distinguir en forma más ténue lo que el paciente pronuncia.

Ruidos que se escuchan en afecciones pulmonares:

  • crepitaciones: son ruidos de poca intensidad, que se parecen un poco al sonido que ocurre al frotar un mechón de pelo o despegar un velcro. Se auscultan durante el ciclo respiratorio, pero especialmente, durante la inspiración. Distintas situaciones patológicas que afecten el pulmón pueden dar estos ruidos crepitantes o crepitaciones. Entre ellas se distinguen:

    -áreas mal ventiladas como ocurre en las bases pulmonares de un paciente que hipoventila: las crepitaciones ocurren hacia el final de la inspiración, en el momento que el pulmón se expande al máximo y entra aire a pequeñas vías aéreas que estaban cerradas. Es como un estallido de finos ruidos. Estos crépitos muchas veces desaparecen si se le pide a la persona toser varias veces, y por lo tanto, expandir bien los pulmones (estos crépitos que desaparecen se llaman distelectásicos). -áreas inflamadas como ocurre en una neumonía: en estos casos las crepitaciones también ocurren de preferencia durante la inspiración, y si la neumonía está recién comenzando, se escucha como un estallido al final de la inspiración.
    -pulmones alterados en su anatomía, con fibrosis pulmonar: en estos casos las crepitaciones tienden a escucharse tanto en la inspiración y en la espiración, y son de una tonalidad más gruesa y seca. Antiguamente se les llamaba “crujidos pulmonares”. (Nota: los humanos se caracterizan por cambiar las clasificaciones cada cierto tiempo).
    -procesos inflamatorios bronquiales, especialmente de vías medianas y pequeñas: también es posible escuchar en estas condiciones ruidos crepitantes, tanto en inspiración como en espiración. Es posible en en algunos casos den la impresión de ser ruidos más húmedos, y pueden variar con la tos. Antiguamente se llamaban “estertores de pequeña burbuja”, pero este término ha caido en descrédito.
Como se puede ver, bajo el término de “crepitaciones” se reunen sonidos que se pueden escuchar en distintas afecciones pulmonares. La razón de esta agrupación sería fundamentalmente la dificultad de distinguir entre una afección y otra, por lo menos basado en el sonido propiamente tal. Ayudado por la clínica, es más factible formarse una mejor idea de lo que pueda estar ocurriendo.
En obstrucciones bronquiales:
  • sibilancias: son ruidos continuos, de alta frecuencia, como silbidos. Se producen cuando existe obstrucción de las vías aéreas. Son frecuentes de escuchar en pacientes asmáticos descompensados, tanto en la inspiración como en la espiración (son verdadesros “pitos”). También en personas con enfermedades bronquiales crónicas de tipo obstructivas, que presentan una espiración prolongada y en ese momento se escuchan abundantes sibilancias y, eventualmente, roncus. Muchas veces, los mismos pacientes los escuchan. En pacientes que tienen escasas sibilancias, es más factible escucharlas al acostarlos y auscultar sobre la pared anterior del tórax.
  • roncus: son de más baja frecuencia que las sibilancias y se producen en situaciones parecidas. Suenan como “ronquidos”. Frecuentemente reflejan la presencia de secreciones en los bronquios. Pueden generar vibraciones palpables en la pared torácica (frémitos).
En pacientes con neumonías:
  • respiración soplante o soplo tubario: es lo que se escucha al auscultar sobre un foco de neumonía extenso. La condensación sirve para transmitir mejor el ruido traquiobronquial a la pared torácica. El murmullo pulmonar seguramente va a estar ausente debido a que los alveolos van a estar llenos de secreciones y en la auscultación va a destacar la respiración soplante o soplo tubario.

    En estas condiciones también se puede llegar a encontrar lo siguiente:

    -broncofonía o pectoriloquia (“pecho que habla”): la transmisión de la voz también está facilitada por lo que al aplicar el estetoscopio en la pared torácica se distingue muy nítidamente cada sílaba de las palabras que el paciente emite.

    -pectoriloquia áfona: es lo mismo que lo anterior, pero se refiere a la capacidad de distinguir las palabras sobre la pared costal cuando el enfermo las pronuncia en forma susurrada o cuchicheada.
En inflamación de las pleuras:
  • frotes pleurales: son ruidos discontinuos, ásperos, que se deben al roce de la hojas pleurales, cuando están inflamadas. El sonido sería parecido al roce de dos cueros. Para que se produzca es necesario que las pleuras estén en contacto ya que al desarrollarse un derrame, terminan separándose.
En pacientes con derrames pleurales extensos (que colapsan parte del parénquima pulmonar vecino): a veces, especialmente en la zona más superior del derrame, podría ocurrir:
  • soplo pleurítico: viene a ser como una respiración soplante, habitualmente más suave (seguramente el líquido comprime parénquima pulmonar y esto facilita la generación del soplo).
  • egofonía o pectoriloquia caprina: es la posibilidad de distinguir la transmisión de la voz al pronunciar palabras, pero con una alteración de modo que se transmiten sólo algunos tonos (de preferencia los más altos) y lo que se termina auscultando son sonidos intermitentes como el balido de una cabra (en la práctica es poco frecuente de escuchar)

En estrecheces a la vía aérea alta:

  • cornaje o estridor: es un ruido de alta frecuencia, que se debe a una obstrucción a nivel de la laringe (especialmente por compromiso de las cuerdas vocales que se cierran) o una estenosis de un segmento la tráquea. Es un ruido fuerte que se escucha a la distancia. Se ha comparado con el ruido que se genera al soplar un cuerno.
En pacientes incapaces de toser bien, frecuentemente comprometidos de conciencia:
  • estertor traqueal: es un ruido húmedo que se escucha a distancia en pacientes con secreciones en grandes bronquios y traquea. Se tiende a encontrar en personas graves, comprometidas de conciencia, que no son capaces de toser y despejar esas secreciones.

Resumen que integra los principales hallazgos del examen físico en distintos cuadros clínicos:

  • lo normal: respiración tranquila, con una percusión sonora, vibraciones vocales palpables, murmullo pulmonar presente y sin otros ruidos agregados (Nota: como se puede apreciar, implícitamente se describe lo que se captó mediante la inspección, percusión, palpación y auscultación, sin tener que decirlo).
  • neumonía extensa, condensante: podría observarse alguna alteración de la respiración, habrá matidez en la zona de la neumonía, aumento de la transmisión de las vibraciones vocales, abolición del murmullo pulmonar, auscultación de crepitaciones (especialmente en la inspiración), respiración soplante o soplo tubario y broncofonía.
  • derrame pleural extenso: la respiración podría estar bastante normal o presentar alguna alteración, habrá matidez en la base pulmonar comprometida, que puede tener la modalidad de matidez hídrica y un ascenso hacia lateral (curva de Damoiseau), con disminución o abolición de las vibraciones vocales, disminución o abolición del murmullo pulmonar. Respecto a ruidos agregados, podría no haberlos, o escuchar unos pocos crépitos, y en unos pocos pacientes se podría llegar a escuchar en la parte más alta del derrame un soplo pleurítico y, quizás, una egofonía. Una maniobra que puede ayudar a constatar que se trata de un derrame sería cambiar al paciente de posición y ver si la matidez se desplaza (lo que rara vez es necesario efectuar).
  • crisis asmática o paciente con obstrucción bronquial por otros motivos: es frecuente ver que el paciente respira con dificultad, puede verse afligido, haciendo uso de la musculatura intercostal
    y supraclavicular para respirar mejor. Es frecuente que el paciente tenga una respiración “ruidosa” (término que se usa cuando la respiración se escucha a la distancia). Muchas veces, especialmente en enfermos crónicos con mucha obstrucción bronquial, la espiración está muy prolongada por la dificultad que tienen para exhalar el aire. El tórax se aprecia hiperinsuflado; la percusión es sonora o hipersonora; la transmisión de las vibraciones vocales está disminuida; el murmullo pulmonar también se aprecia disminuido, pero presente. Como ruidos agregados lo que más destaca son las sibilancias y los roncus, que pueden ser inspiratorios y/o espiratorios; podrían haber algunas crepitaciones.
  • pneumotórax extenso de un lado: a la inspección podría no notarse mucho, pero en la percusión podría haber más sonoridad en el lado comprometido y lo que más va a llamar la atención es que en ese lado las transmisión de las vibraciones vocales y el murmullo pulmonar van a estar muy disminuidos.
  • enfisema: es un cuadro caracterizado por la destrucción del parénquima pulmonar y la hiperinsuflación de los pulmones. Es frecuente encontrar que el paciente está disneico, respira con dificultad, podría estar cianótico; tienen un tórax hiperinflado (o en tonel), va a estar hipersonoro y con un murmullo pulmonar muy disminuido, casi ausente. La espiración tiende a estar prolongada. Podrían haber algunos roncus y sibilancias y, quizás, algunas crepitaciones.
Definiciones incorporadas al glosario de términos: broncofonía, cifosis, cornaje, crepitaciones, curva de Damoiseau, estridor traqueal, frotes pleurales, egofonía, frémito, pectoriloquia, pneumotórax, roncus, sibilancias, soplo tubario o respiración soplante, tiraje.